Prólogo
“14 de julio, Burdeos. Juana de Arco ya no existe. El mundo, que estaba lleno de cosas preciosas, está ahora vacío y es miserable. Los ingleses la juzgaron por hereje. Pero la mente de Juana estaba tan afilada como su espada y supo evitar todas las ingeniosas trampas de sus acusadores. Juana no renunció a su misión ni siquiera en sus últimos momentos. Pero los ingleses la declararon culpable… y la quemaron en la hoguera. Más su muerte no ha sido inútil. “La Pucelle” es el grito de guerra unánime que campesinos y nobles claman al tomar las armas. Mi ejército es un ejército de valientes, e incluso sin el rey tenemos la intención de atacar la fortaleza inglesa de Castillon. Una victoria en Castillon acabaría para siempre con las pretensiones inglesas en Francia. Si muero en esta batalla lo haré por la Doncella de Orleáns. Moriré como un patriota de Francia.”
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